El comienzo del año fue
pasado por agua, largos entrenos en piscina para preparar esa temida Maratón.
Sabíamos que no seria fácil completar los 1.688 largos de la piscina de
Oberena.
Este reto surgió en la
piscina de Logroño mientras comenzaba el octavo Ironman del Reto 10 de Laboral
Kutxa. Es sorprendente, pero mi cabeza lejos de estar cansada aquel día estaba
pensando en la posibilidad de nadar la distancia de un Maratón.
Me lo pinte muy negro, pues
la distancia que mas había nadado era hace dos años cuando nade ocho horas y 21 kilómetros en el
pantano de Alloz.
El sábado 19 de marzo a las
6:15 de la mañana comenzaba, de inicio buenas sensaciones, aunque enseguida me
entro el hambre, tuve que salir pasadas las tres horas a comer algo sólido. El
paso por la media maratón resulto cómodo, después del mediodía y las primeras
horas de la tarde tuve una pequeña crisis más de sueño que de otra cosa. Del
kilómetro 30 al 36 se me hizo larguísimo, pasado el 36 la piscina comenzó a
llenarse de publico y había mucha animación, eso hizo que terminara a buen
ritmo y con mucha motivación.
Después de 15 horas y 19
minutos logre vencer este gran reto sicológico a los 1.688 giros a la piscina
de Oberena.
Entre todos los nadadores que
ocuparon las calles de la piscina mientras nadaba conseguimos sumar 225 kilómetros que
gracias a los colaboradores de esta iniciativa Iberdrola, Laboral Kutxa y
Acunsa han supuesto 2.250 euros para la Fundación. En mi
nombre y en el de la
Fundación agradecer todas estas brazadas solidarias.
Agradecer el gran apoyo de
los patrocinadores, una vez más el apoyo incondicional de Oberena y la gran
labor del equipo de apoyo, especialmente de Txema y de Ati.
Cartel anunciador de la prueba
Rueda de prensa
Primeras brazadas
Una pequeña parada para comer algo
Reto superado
Satisfecho con los tiempos de paso
Atendiendo a los medios de comunicación
Gran labor del equipo de apoyo
Tiempo final
Bonito titular